La libertad del juego espontáneo genera mayor autonomía y felicidad en los párvulos

La libertad del juego espontáneo genera mayor autonomía y felicidad en los párvulos

  • Post published:Mayo 18, 2018
  • Post Category:Valparaíso

San Felipe, (@JUNJI_Valpo). Los niños y niñas están más contentos en eso coinciden las educadoras del Jardín Infantil “El Peneca”. ¿La razón? La apuesta que hace la JUNJI Valparaíso de poner el juego y la creatividad como eje de los procesos educativos desde la sala cuna hasta los niveles mayores.

En la sala cuna menor hay lactantes desde los 5 meses hasta poco más de un año, en este espacio los niños acceden a múltiples colores y formas, los párvulos saben que pueden desenvolverse con plena libertad en este espacio seguro, en el que está todo pensado para la estimulación y el desarrollo.

“Junto al equipo ideamos estrategias para estimular a los párvulos, cambiamos la disposición de la sala, generamos actividades en las cuales se entrelace el juego y la actividad sensorial, las guaguas pequeñas están descubriendo el mundo y la idea es que se sientan con libertad de escoger lo que sea de su interés”, explicó Susana Herrera, educadora de sala cuna.

A través del juego libre y la exploración se favorece el desarrollo de todos los sentidos, la construcción del movimiento, el lenguaje y la autonomía a través de la concentración que lograA través del juego libre y la exploración se favorece el desarrollo de todos los sentidos, la construcción del movimiento, el lenguaje y la autonomía a través de la concentración que logra; la cual es un impulso de su interior que le permite centrarse de forma natural siendo un punto de partida; es decir todo se inicia desde su interés.

Los niveles más grandes en los que los niños y niñas tienen entre 2 y 4 años se fomentan los juegos de exploración, hay talleres de expresión plástica, juego de roles, pintura y un abanico de actividades todas orientadas a fomentar la autonomía dando a los niños y niñas la libertad de escoger, crecer y desarrollarse junto a sus compañeros y compañeras.

“El rol protagónico lo tienen los párvulos y nosotras las educadoras cumplimos con un rol mediador, esto permite dar mayor autonomía a los niños y niñas desde que dan sus primeros pasos hasta que egresan del nivel medio mayor. Ha sido un cambio significativo, y un tránsito que ha obligado a soltar antiguas estrategias como mantener a los párvulos sentados o haciendo a todos la misma actividad. Es imposible que 20 niños y niñas quieran hacer lo mismo al mismo tiempo. Dar libertad de elegir reduce los niveles de ansiedad y los párvulos son más felices”, explicó María Antonieta Contreras, directora de la unidad educativa.

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