Copiapó, (@JUNJI_Atacama). Desde marzo, gran parte de las niñas, niños y adolescentes que asisten a las escuelas, liceos y jardines infantiles han permanecido en sus hogares alejados de sus espacios educativos, en donde pueden socializar entre pares e intercambiar experiencias esenciales para la vida.
Las salas cuna y jardines infantiles de la Junji Atacama, se han adaptado a la situación dejada por la pandemia traída por el Covid 19, transformando la relación pedagógica con las y los párvulos y sus familias a través de los medios digitales que permiten mantener a las niñas y niños conectados con sus equipos educadores.
En este escenario, la comunidad educativa del jardín infantil “Piolín”, liderada por su educadora Marcela Ávila Araya, están desarrollando una serie de actividades virtuales en el marco de la formulación de su plan de convivencia y ciudadanía, en donde las familias usuarias, los equipos pedagógicos y profesionales del sector educacional, se han dado cita para reflexionar en torno a la participación infantil de las niñas y niños, situación que se ha visto afectada por la suspensión de las actividades regulares de los establecimientos educacionales.
Este año 2020, la Convención de derechos de las niñas y niños, cumple tres décadas de vigencia en el país, siendo promulgada por el congreso nacional el 14 de agosto de 1990. Su ratificación ha sido un importante avance respecto a la protección de la infancia en el país y la transformación de la categoría de niña y niño, como sujetos titulares de derechos, que para efectos de esta convención resultan ineludibles.
Este instrumento de derecho internacional ha permeado en su trayectoria al sector educativo chileno, considerando una serie de cambios orientados a respetar y proteger los derechos de la infancia, lo que asegura el desarrollo ulterior de las niñas y niños, responsabilizando al Estado en el logro de este propósito primordial de los países.
Las relaciones sociales de tanta relevancia para las personas, se encuentran suspendidas durante este período de pandemia, situación que ha afectado directamente a las niñas y niños, que han debido cambiar su espacio educativo por algún lugar de la casa, en donde por intermedio de un celular o computador, se transportan a una sala de clases y ven a sus compañeras y compañeros de curso, pero a pesar de la frecuencia de este tipo de actividades, la interacción entre pares no es la misma, pues su riqueza solo se logra en instancias presenciales.
De esta manera, el jardín infantil “Piolín”, en vinculación con el Departamento de Educación Parvularia de la Universidad de Atacama, acordaron desarrollar distintas instancias que permitan poner en discusión la experiencia de las niñas y niños durante la pandemia desde su propia voz, posicionando en la centralidad del quehacer pedagógico, una nueva forma de relación entre las y los adultos con las niñas y niños, desde una lógica de respeto y consideración por su vivencia, la que ellos nos explican de la siguiente manera:
La experiencia de los niños y niñas
El encuentro virtual desarrollado el pasado 30 de septiembre, reunió a 26 niñas y niños, de edades entre 3 y 10 años de edad. Fue moderado por la educadora de párvulos y docente de la Universidad de Atacama, Daniela Collao Jofré, quien, a través de un grupo de preguntas, fue explorando junto a las niñas y niños sobre los sentimientos y explicaciones que ellos le brindan a este complejo escenario. Tres palabras afloraron en la conversación: aburrimiento, pena y tristeza.
Las niñas y niños expresaron en diversa medida que se han sentido aburridos en las casas, pues no cuentan con la relación con sus amigos y amigas en sus espacios cotidianos. La ausencia de esta interacción, les ha provocado pena y tristeza, pero a la vez comprenden que el confinamiento es una forma de cuidarse. Ellos plantean que; “quedarse en casa es para cuidarse del coronavirus, que es un virus malo que está en la calle”.
A la vez, logran plantear que el cumplimiento de las medidas sanitarias implica una acción de solidaridad, pues nos posibilita cuidar a las personas para que no se contagien de la enfermedad, dando cuenta del conocimiento que manejan sobre los cuidados que cada uno de nosotros debe tener frente al contagio de Covid 19, requiriendo el uso de la mascarilla, la higienización de las manos y portar alcohol gel.
La escuela soñada
La normalización del escenario epidemiológico irá permitiendo gradualmente el retorno a los establecimientos educacionales, sí bien, los niños saben que su regreso les permitirá reencontrarse con sus pares, comprenden que el inicio de las clases puede acarrear riesgos para su salud. Pero, su análisis no sólo está enfocado en las condiciones que implica la pandemia, sino que también describen una escuela soñada, “un espacio de respeto y mucha diversión”, “un lugar lleno de juguetitos y sin peleas”.
Asimismo, lo anhelan como un espacio en donde se puedan leer más libros. Los niños que participaron de este encuentro virtual concluyeron en que los establecimientos escolares deben ser más grandes y con recreos más largos para jugar y compartir. Incluso, manifiestan su interés en que la escuela sea un espacio en donde se puedan quedar a dormir sin padres y en carpas: “para hacer pijamadas”.
La vida del futuro
Para nadie es desconocido que las niñas y niños en la actualidad acceden a una enormidad de informaciones que obtienen de los sitios y aplicaciones informáticas que visitan cotidianamente. A raíz de esto, surgió una interesante explicación sobre el término de la vida en el Planeta Tierra.
Según uno de los participantes, los científicos han calculado que la vida humana se extenderá sólo hasta el año 5.345. Después de esto, sobrevendrá una forma de vida inteligente, con seres de cuerpo verde y ojos grandes, que se adaptarían a nuestra vida y se llevarán bien con nosotros. Pero este hecho futurista corre riego a razón de la presencia del Covid 19 en la Tierra.
Las niñas y niños decidiendo su futuro
Una interesante reflexión nos dejó el especialista en infancia Eduardo Bustelo, escritor argentino que argumentaba que el narcisismo de los padres, no debe ser proyectado a las hijas e hijos. En ellos radica su decisión para vivir su propia vida. Las niñas y niños que participaron de este diálogo, dejaron en claro que sus expectativas son diversas y brotan desde sus anhelos más genuinos. Las ocupaciones que les interesan son las siguientes: “una heroína en pijama”, “ser cantante”, “un médico, para salvar vidas” “veterinaria, para salvar a los animalitos”, “ser el mejor futbolista y triunfar en las ligas internacionales” y la más innovadora, “ser un YouTubers famoso”.
Un mensaje con significado
Cuando se les preguntó sobre el futuro de Chile, la mención fue conclusiva: “Que el país sea bueno, que la gente sea buena. Que seamos buenos ciudadanos todos”, con este contundente mensaje dada por una de las participantes, se esboza una importante impronta que, desde la infancia, nos permite resolver los principales desafíos que enfrenta la vida nacional y que van cambiando constantemente. También, nos plantean que debemos cuidarnos entre todos, ser solidarios y acatar con las medidas sanitarias. Finalmente, las niñas y niños, agradecieron la instancia y la preocupación de las personas que los invitaron a este encuentro, que permitió escuchar a las niñas y niños, como un derecho que ellos valoraron, pues se sintieron cómodos y agradecidos que se preocuparan por ellos, teniendo un espacio para que compartieran sus experiencias, anhelos y sentimientos durante el confinamiento.
La apoderada, Karina Aguirre Ramírez destaca que en esta instancia: “las niñas y niños se expresaron libremente y desde la mirada del adulto, a veces no los comprendemos. Los niños saben lo que pasa a su alrededor, están al tanto de que lo se vive en su casa y fuera de ella. Como madre, esta actividad me enseña a oír su opinión y prestarles atención, ya que ellos también nos enseñan las cosas de su realidad. Cada niño nos viene a enseñar algo, y eso es muy valioso para todos y especialmente para quienes somos madres y padres”.
Luis Campusano, director regional de la Junji Atacama, respecto a este diálogo, plantea: “Conscientes de su importante rol educativo, el equipo pedagógico ha trascendido esta actividad a otras unidades educativas de la Junji en Copiapó, entre las que se cuentan: “Los Cerritos”, “Inti Marka”, “Manitos Traviesas” y “Casa de Anita”. Este círculo de extensión y capacitación, como modalidad de trabajo técnico en nuestra institución, ha permitido amplificar las instancias de formación continua a los equipos pedagógicos de estos establecimientos, fomentando una reflexión crítica sobre la formulación de estrategias de enseñanza-aprendizaje ligadas a la participación infantil”.
Finalmente, Marcela Ávila Araya, directora del Jardín Infantil “Piolín”, indicó: “Estas instancias fueron creadas por la Unidad Educativa en torno a nuestro Plan de Formación ciudadana. Promoviendo el desarrollo de relaciones horizontales basadas en el dialogo y acuerdos. A través de estos ejercicios ciudadanos hemos realizado un trabajo en conjunto con entidades de educación con el fin de acentuar y profundizar en conceptos y acciones adultistas que no permiten dar espacios para la expresión de emociones, ideas, sueños y vivencias de nuestros niños y niñas en el actual contexto, así como en otros escenarios. Seguiremos adelante con estas instancias de diálogo y participación”.