Viña del Mar, (@JUNJI_Valpo). ¿Para qué lo voy a llevar al jardín infantil si puedo cuidarlo en casa? ¿Para qué lo voy a mandar si yo misma puedo enseñarle? O afirmaciones como: “Si lo mando a la sala cuna va a pasar enfermo”, son algunas de las interrogantes y afirmaciones que algunas familias enuncian antes de tomar la decisión de enviar a sus hijos e hijas al jardín. Lo cierto es que una vez que un padre o madre toma la decisión de optar por el jardín infantil se dan cuenta de la importancia de los procesos educativos que ocurren al interior de las salas de los jardines infantiles.
Nadie pondría en duda que la asistencia de los niños y niñas al jardín infantil marca un antes y un después en sus vidas, así lo ha planteado el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera quien ha encomendado fortalecer la calidad de la educación en todos los niveles desde la educación parvularia. Es en este espacio, donde los párvulos comienzan a protagonizar un sinfín de aprendizajes que no sólo consideran aspectos del conocimiento como por ejemplo las primeras nociones matemáticas o del lenguaje, sino que también ponen el foco en el desarrollo social y emocional de los niños y niñas, los que se incorporan más rápido y de manera más natural si se viven en la cotidianeidad.
Pero la asistencia al jardín infantil toma total relevancia si es permanente y constante, facilitando en los párvulos un acceso continuo a nuevos saberes, donde día a día incorporan herramientas cognitivas y sociales, que sin duda serán valiosas y sentarán las bases de los aprendizajes futuros.
“El mismo Presidente Piñera lo ha dicho. Los niños y las niñas están primero, y es por esto que es tan importante valorar la educación inicial porque lo que un niño o niña aprenda en su primera infancia cimentará lo que aprenda en los próximos niveles de educación, y por lo mismo es fundamental que todo ese potencial cognitivo se fomente desde la más temprana edad. En este camino hacia el aprendizaje integral es fundamental también que quienes guíen este trayecto sean profesionales con un alto nivel de compromiso y que posean las herramientas necesarias para asegurar el éxito de este proceso”, sostuvo el director regional de la Junji Valparaíso, José Patricio Valenzuela.
Para Beatriz Lagos, subdirectora de Calidad Educativa de la Junji Valparaíso la posibilidad de que un niño o una niña puedan acceder a la educación parvularia radica en que es en esa etapa donde se concentra una sobreproducción de conexiones neuronales, lo que facilita el aprendizaje en los párvulos.
“Una asistencia permanente de los niños y niñas al jardín va a favorecer sin lugar a dudas su continuidad educativa siendo la educación parvularia el punto inicial para luego ingresar al colegio y continuar con sus aprendizajes”, enfatizó.