Concepción. Con aprendizajes basados en la innovación pedagógica y el juego la Junji Biobío inició el año de la Educación Parvularia 2024. Es así como más de 11 mil niños y niñas llegaron hasta los 393 centros educativos en las provincias de Biobío, Arauco y Concepción. De ellos, 2 mil 393 niñas y niños ingresaron por primera vez al jardín infantil.
Parte de los momentos relevantes se registró en el ingreso de párvulos del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa CREAD Arrullo, quienes llegaron acompañados hasta el Jardín Infantil “Lo Galindo” de Concepción, por el seremi de Desarrollo Social y Familia, Hedson Díaz; la directora regional del Servicio de Protección a la Niñez y la Adolescencia (SPE), Andrea Saldaña León, y la subdirectora de Calidad Educativa de Junji Biobío, Verónica Rojas-Murphy.
De esta forma, Andrea Saldaña León resaltó que “desde la inauguración de este jardín (Lo Galindo) ha recibido niños y niñas del CREAD Arrullo. Agradecemos la colaboración de Junji y lo relevante que es para las trayectorias de vida de los niños y niñas que atendemos que están en sistemas de cuidado alternativo residencial el incorporarse a la educación inicial”, aseguró.
Paulina Escalante, directora del Jardín Infantil “Lo Galindo”, manifestó su alegría por este momento. “Estamos felices de recibir a los niños y niñas del CREAD Arrullo y a todos los niños y niñas del jardín. Los esperamos con actividades lúdicas donde se fomente la contención tanto para las familias como para los niños y niñas”, comento.
Rol de la familia en periodo de adaptación
La subdirectora de Calidad Educativa de Junji Biobío, Verónica Rojas-Murphy, destacó que el rol de la familia en este proceso de los primeros días de jardín infantil es tan relevante que además recibirán el apoyo en los establecimientos Junji, donde verán que sus hijos tendrán todos los espacios destinados a resguardar los periodos de adaptación de los niños y niñas.
Ximena Reyes, directora del Jardín Infantil “Entre Valles” reconoce el vínculo con las familias como esencial no sólo durante el proceso de adaptación, sino todo el año, “estamos contentas de recibir a los niños y niñas en su retorno del año 2024. Nuestro sello científico con cuidado de medio ambiente releva esta vinculación, pues vamos a recibir nuevas generaciones que son los hijos e hijas de alumnas y alumnos de la Universidad del Biobío con quien existe un convenio, además de todas las familias que ya vienen con nosotros de años anteriores”, finalizó.
Carolina Yáñez, apoderada del Jardín Infantil “Entre Valles” (Concepción) reconoce en su hija la alegría por asistir a su jardín infantil. “Mi hija lleva una semana preparando su mochila. Andaba con la mochila para todos lados, yo pensaba que iba a llorar o algo, pero reconoció a su educadora, le dio un abrazo y se fue a su sala y no hubo ningún problema. Cuando uno deja a su hija al cuidado de alguien lo primero que piensas es en que te lo cuiden y acá existe mucha confianza”, indicó.
Una asistencia permanente al jardín infantil y sala cuna es clave, ya que:
Es el primer espacio de socialización después de su núcleo más cercano.
Niñas y niños se vinculan con su entorno, interactúan con sus pares, se expresan y comunican.
Desarrollan la creatividad, la imaginación y aprenden a través del juego libre en compañía de equipos educativos preparados.
El jardín infantil es un lugar donde se resguardan y promueven los derechos de niños y niñas, como a la educación y participación en ambientes pertinentes y bientratantes.
Les permite adquirir herramientas socioemocionales claves para fortalecer su identidad y autonomía necesarias para el ejercicio de su ciudadanía.