Rancagua, (@JUNJI_Ohiggins). Entregar educación de calidad y bienestar integral es parte de la misión institucional y una buena y equilibrada alimentación, es parte del bienestar integral de niños y niñas. Desde siempre, los equipos de nutricionistas de Junji han trabajado de manera permanente y coordinada con los distintos equipos de los jardines infantiles, para promover y potenciar la formación de hábitos y conductas alimentarias saludables.
Para entender de qué hablamos, lo primero es saber ¿Qué se entiende por alimentación saludable? Según las nutricionistas Pamela Rodríguez y Carola Vivallo, pertenecientes a la subdirección de Calidad Educativa de Junji O’Higgins: “La alimentación saludable tiene que ver en cómo nosotros seleccionamos los alimentos que consumimos a diario. Una alimentación saludable, debe estar conformada preferentemente por alimentos de origen natural: frutas, verduras, legumbres, granos – con la excepción de la leche que es un alimento procesado, pero tiene un buen aporte nutricional – como también algunos tipos de carnes y pescados. Dentro de la alimentación saludable está el seleccionar los alimentos, respetar y tener un horario de alimentación adecuado”.
En ese sentido, Junji trabaja diariamente a través de dos focos: “Uno es el programa alimentario, que tiene como objetivo contribuir a la alimentación diaria y cumplir con los requerimientos nutricionales y de calorías de un niño en crecimiento – lo que se hace a través de una empresa prestadora a la que se le entrega una estructura alimentaria basada en los hábitos y conductas alimentarias de la población chilena y el otro foco es la incorporación de experiencias de aprendizaje para los niños, enfocadas en que ellos reconozcan los alimentos, su origen , beneficios y sus propiedades; eso está en el marco de las bases curriculares”, señala Rodríguez.
Sin embargo, el rol de las familias es fundamental, según las profesionales: “Es importante en la formación de hábitos y conductas de vida de un niño o niña y lo largo del ciclo vital. Esto a veces se complica ya que las familias se ven bombardeadas por distintas promociones de alimentos ricos en calorías, ricos en grasa, azucares, de fácil adquisición, que no tienen alto costo y son de rápida preparación. Entonces el jardín infantil tiene también una tarea muy potente respecto a cómo transmitimos a las familias la importancia de transitar desde estas conductas alteradas a reconocer, resignificar la alimentación e incorporarla como parte de sus hábitos y que éstos puedan ser transmitidos a sus hijos”.
Por otra parte, desde hace un tiempo, hemos visto un aumento significativo de familias migrantes en los jardines infantiles, familias con culturas y hábitos alimentarios distintos. Pensando en esto, el equipo de nutricionistas de Junji O’Higgins ha comenzado a trabajar una especie de “programa piloto” en el Jardín Infantil “Sueños de esperanza” de la comuna de Las Cabras.
“Esto es un desafío, estamos trabajando junto a un apoderado de origen haitiano en la traducción de algunas preparaciones, para que éstas puedan ser incorporadas en sus hábitos y que ésto a la vez, favorezca la ingesta de estos alimentos en los niños. Estamos en la etapa de traducción para que luego en una segunda parte, las familias puedan incorporar estas preparaciones como un hábito alimenticio”.
Es importante señalar que, este es un trabajo en conjunto, tanto del equipo de nutricionistas de dirección regional como de los jardines infantiles y las familias que los integran: “Nosotros trabajamos en la estructura alimentaria, supervisamos y apoyamos; en los jardines infantiles asesoramos la realización de diversas experiencias de aprendizajes y las familias refuerzan y potencian todo esto en sus casas”, explican.
Una buena alimentación combinada con estilos de vida saludable minimiza el riesgo de enfermedades y favorece el crecimiento adecuado de niños y niñas.