Quilpué, (@JUNJI_Valparaiso). Las educadoras bajan las cortinas, ponen música suave y los bebés más grandes que alcanzan el año 6 meses se sacan presurosos los zapatos para sumergirse en un oasis de calma y afecto. Esta escena se repite cada lunes desde marzo en la sala cuna menor del jardín infantil de la JUNJI Valparaíso “Antu Kuyen” de Quilpué, y ofrece una experiencia sensorial que a juicio de la educadora Darla Ramírez ha traído resultados increíbles.
Con masajes relajantes, cremas suaves y ambientes impregnados de paz, los párvulos aprenden no solo a calmar sus propias inquietudes, sino también a cuidar y consolar a sus compañeros más pequeños. Los resultados son asombrosos: los bebés mayores se convierten en protectores naturales, acariciando muñecos y aplicando cuidadosamente cremas, mientras aprenden la valiosa lección de la empatía a través de la imitación. En este santuario de estimulación sensorial, cada experiencia es una oportunidad para fortalecer la conexión con los demás y expandir los límites de la autopercepción.
El apego seguro es un vínculo emocional saludable que se desarrolla entre el niño y sus cuidadores principales, generalmente los padres o figuras de apego, durante los primeros años de vida. Este tipo de apego se caracteriza por la sensación de seguridad y confianza que experimenta el niño en la presencia de sus cuidadores, lo que le permite explorar el mundo de manera segura y establecer relaciones sociales saludables a lo largo de su vida. El trabajo realizado en el Jardín Infantil “Antu Kuyen” promueve este tipo de apego al brindar un ambiente cálido, afectuoso y seguro donde los párvulos pueden desarrollar relaciones significativas y aprender habilidades emocionales fundamentales.
La supervisora y educadora de párvulos del equipo territorial de JUNJI Valparaíso, Marcela Araya, destacó la realización de este tipo de actividades que además se ajustan al sello “Socioemocional” de jardín infantil.
“Un niño aprende mejor cuando se siente seguro y amado. Este equipo ha buscado diferentes estrategias para favorecer los procesos de adaptación, por ejemplo, llegó un niño de 8 meses de edad con lactancia materna exclusiva y para favorecer el periodo de adaptación, la mamá dejó un atuendo que el equipo educativo del nivel de sala cuna menor, utiliza para que él se sienta seguro y contenido”, indicó.
Marcela junto al equipo de supervisoras coincidió en que este tipo de prácticas favorecen los procesos de aprendizaje, permitiendo un desarrollo integral de los niños y niñas. Las profesionales destacaron el trabajo que se desarrolla en este y en todos los jardines infantiles de la provincia de Marga Marga en donde observan un alto compromiso y trabajo en equipo para el bienestar de los párvulos que asisten a diario a los jardines infantiles de la JUNJI.